POEMAS DE JORGE LEÓNIDAS ESCUDERO

(Argentina 1920 - 2016)

ANTE LA INMENSIDAD

 

Fue alguna de esas noches en que miraba cielo

en lejanías sobre campo oscuro y vi

cruzárseme un relámpago lejano. Fue tal

como ver chispear una idea

en el umbral de otro mundo.

 

Es como si en el fondo del desierto hubiera

querido hacerse luz una verdad pero

pasó fugaz y quedé a oscuras.

 

Parece que la inmensidad

quiere decirme un secreto y al ver

que todavía falta mucho en mí

queda muda.

 

A OTRA COSA

 

¿Pongámonos bien la vida

que nos pusimos del revés?

En vez de alimentar historias de plomo

digamos cosas fáciles.

 

En vez de hacer de perro del hortelano,

o llorar a la luna porque no nos quieren,

echemos pájaros en el jardín de las preciosidades.

 

Probemos saludar a desconocidos

a ver si aparece el amor,

pues qué delgado está el mundo,

qué pálido, y necesita apoyo.

 

Aventa una palabra uno y afecta al tiempo futuro;

por eso hay que hablar con cuidado

y sonreír más.

 

Pogámonos bien la vida a ver qué pasa,

pues así como estamos se han desequilibrado

los bancos de las plazas

y si no intervenimos

¿a dónde va a ir la gente a tomar aire?

 

APRIETE

 

Atiéndanme a esto que les digo aunque

antes ya lo dije, pero

sean buenos porque necesito

compañía neste asunto.

 

Que otra vez fui a dormir a campo abierto

y al despertarme al rato veo

al cielo echado sobre mí.

La Cruz del Sur clavándome el pecho,

las Tres Marías ciñéndome la frente y

un lucero espantoso apretándome la garganta.

 

E me exigían hablara que qué relación

tenía con sus esplendores,

que si sentía la inmensidá en mí,

la presión del Universo, dijera algo.

 

Cerré ojos y estuve desvelado

pensando que les decir qué

si no sabía nada de nada. Pero musité:

Señoras estrellas yo soy un humilde

buscador de piedras que vine a la montaña

y soy inorante de vuestras grandiosidades.

 

ATISBOS

 

Veces me alejo caminando lejos

en divergencia de mis propios pasos.

¿Busco lo perdido hace miles de años?

 

Un hombre oscuro pervive, late

como crisálida o un algo

que pide abrir alas en mí. Siento

que desde la penumbra me empuja pan que regrese

¿a dónde?

De modo que divago y fluctúo

en la ciudad bullicio y abatido

me derrumbo en los bancos de las plazas,

espero no sé qué.

 

El hombre misterioso se aproxima, intenta

religarme a su mundo indefinido pero

no doy chispa. no accedo

a su fervor de vida más allá de todo.

La vislumbre de Eso me perturba.

Hombre oculto no insistas,

ya es demasiado tarde, no puedo

volver a donde nunca estuve.

 

BOLICHE

 

Esperando a su huérfano en la ruta sombría

Alguna de vacía silla totora está.

Mugre de viejos días ensucia las paredes,

las moscas se pegan a los vasos.

 

Sale afuera diez pasos el vino y refermenta

junto a la acequia orina y yerbamota.

 

Un uú de paloma callejonera impulsa

la brisa en los poemas últimos del verano.

Cuatro flacos atados a la vara dormitan

y cabizbajos

sueñan que los pialan con pasto.

 

Por cuestiones de alcohol llega a veces la muerte,

ese “bicho que pica sin remedio en botica”.

Veces sale un borracho y explica,

lo inexplicable

con un grito en la noche.

 

 

CAMPOS DE LA DIFUNTA

 

Otra vez ando el campo este seco

de retamos jarillas e írseme la tarde

en lo que es ver,

sin más estar que en mis ojos la yerma

extensión del desierto sanjuanino.

 

Sesga un pájaro desde y va a

lo mismo siempre lento a lo mismo vuela

como si no se moviera y se apaga.

El cielo enciende alguna estrella sobre

los jarillales ya oscurecidos.

 

Monte achaparrado donde ha muerto

y vive la Difunta Correa.

Y es su hijo es quien llora

en tanta soledad viento trío.

Y ese es mi estar aquí en ‘l inmenso

campo santo de ella, bravía sed a donde vine para

en lo que me es ver sentir,

tras el pájaro huyente del día

la unión con la Madre.

 

 

CONFIAR

 

Señor gato este blanco y negro este

que duerme a mi lado y suelta las patas

seguro de que no voy a incomodarlo. Descansa

como un trapo caído en el suelo

no vi más entrega como así un bebé

cerrar los ojos y dormir

ajeno a las traiciones del mundo

sí, porque la desconfianza lógica

entre nosotros los animales,

ver a este dormir tan feliz

me da la sensación expansiva

de que todos los seres deberíamos ser así.

E ante este sentir le agradezco

al cariñoso gato

porque por lo menos mientras lo veo dormir

me siento amoroso con todo el mundo.

 

 

DEL AMOR

 

Mas quisiera un final algo florido

ya que el amor es poesía.

Para esto adhiero a una sabiduría antiquísima

Y suspiro:

Las abejas no saben por qué van a las flores

y las flores no saben por qué atraen a las abejas.

La palabra única (del libro "Tras la llave"):

¿Estoy quizá hablando de la nada

o del todo que es lo mismo?

¿Será eso el

silencio total ah? Me asustó:

¿buscar la palabra única será

instinto de muerte?

 

DERIVACIÓN TIMBERA

 

Mientras miro pasar el suceder vacío

cuando barajan y dan o doy cartas,

espero recordar si he visto

fugazmente un indicio.

 

¿Qué es eso? Darme cuenta, sentir-ver

lo buscado ¡ah! porque es posible

la comunicación con lo todavía no y es

recordar que he visto un relámpago.

 

¿Y esto a qué viene? Es

porque un filósofo dijo "la conciencia

es recuerdo" y me agrandé: Ahora en la timba

cuando jugamos al póker o al truco

le pregunto al aire qué cartas tiene el otro y,

¿y se gana? Puede,

cuando afloja el yo masoco

y te deja respirar un poco.

 

 

EL AQUÍ Y EL ALLÁ

 

Calles donde la gente deshoja,

en busca de frutos imaginarios,

el árbol de la vida.

 

Que pasado mañana mejorarán las cosas,

que ahora falta todavía un poco

mientras el nunca

acecha bajo cada baldosa.

 

E encima de las palabras

anida una esperanza muda cansada de esperar.

 

Los transeúntes caminamos

uno al lado del otro sin considerar

que vaya cada uno a donde crea ir,

unos antes y otros después todos

vamos hacia el mismo sitio.

 

Pero a la corta, ya,

ante si alguien pisa una baldosa floja

y al caer se lastima cabe decir

hay que fijarse bien por donde se camina.

Hay que cuidarse para no morir, pero

¿aunque todos vamos hacia el mismo allá?

 

 

EL PANTASMA

 

Justo andaba al tranquito del mocho mohino

helando camino entre Barreal y El Leoncito,

noche clarita,

cuando se me (en Las Piedras Pintadas)

susta el animal.

Era un bulto en blanco, alto a hombre,

que sale y ataja. Alto y más.

Tonce el macho salta de güella a juria y,

tropezando piedras, de herraduras saca chispas.

Que me caigo y no me caigo me sujeto,

miro p’ atrás y del pantasma ni señas.

Mejor así.

Esto ha sío ce mucho y todavía toy sustao.

 

 

EL VINO TRISTE

 

Agazapada casa m’ está sperando

en que vuelva a allá y voy ya voy

digo pero no voy sino me hundo

cada vez más en este bar.

(Tráigame lo de siempre.)

 

Casa qu’ en preguntarme insiste. No

sé respondo sólo hice allá

un adiós como decir tal vez, no sé.

¿Y qué pretendo aquí?

¿Salvarme del pasado cerme el sordo?

Late

la casa y acecha ver qué hago.

 

Sí, debo tener cuidado, hoy

estaba entre los aburridos aquí

y de repente hice un ademán así

como a tomar el ómnibus de vuelta a, y

lastimosamente derrame el vaso de vino.

 

Avergonzado

salí a la calle para como siempre

seguir quedándome.

Soy el desaparecido de allá.

 

EXTRAÑAMIENTO

 

Apareció nun árbol de la plaza, supe

no era paloma casera sino

venida del campo. Oí su canto salvaje:

kuúu ku ku kuúu.

Lamentábase, decía que

este mundo de la ciudá es confuso es

puro ruido.

 

Lloraba eso y tomé la palaba, dije

te asusta la ciudá y viniste

a compartir conmigo tu extrañamiento

pero no necesito ayuda gracias no

quiro escuchar conferiencias tristes.

 

La paloma voló seguramente

para no insistir con su lamento.

O sea: nun banco de la plaza quedé ntrinstecido

e iba kuúu ku ku kuúu runrunear yo también

pero tuve miedo

no fuera que algún transeúnte pudiera pensar

¿qué le pasa a este güevón?

Por eso es quedé pensativo, mudo, claro:

Allá en los lejos campos de mi querer

la soledá no andaba adentro de uno,

sino afuera y sin hacer ruido.

 

 

IDEOLOGÍAS Y TRAMPAS

 

Dijiste que matarse por un ideal

es hermoso, bonito,

propio de la fe o acción heroica.

Tonces ahí stán los que se explotan

con una bomba que a la vez mata gente.

¿Es bonito?

 

Mariposa que vuela alto a,

es la utopía a

un país libre y hermoso cuya belleza

es que a ahí nunca se llega.

 

Pero si tu mente caza esa mariposa

y la diseca,

se te seca el corazón y ya no podés cantar.

 

Y aquí eso de los que capturan.

a inocentes para fosilizarlos,

los llevan al terreno mesozoico

y duras penas se desempioja uno.

 

Y en librase de eso veo a jóvenes que

hacen arcadas y no consiguen

botar el anzuelo. Sería bueno

un mano en la frente ponerles, ayudarlos

a que vomiten.

 

 

INVIERNO

 

 

En canto ella me soslayo miró

bajó la vista y yo también en cuanto

la miré bajé ojos.

Llegó el mozo e un vaso de vino pedí, ella

pidió no sé.

Entonces nos miramos, pero sin saludo,

como a distancia de tres mesas, mudos

como correspondía. ¿Y? Bueno,

para qué.

Tomé un trago y en cuanto

hacía frío de tiempo lógico

salí de haberla visto haciéndome el duro,

esforzándome para no renguear.

 

LA BUSCA

 

 

Con rumbo incierto llego, oscurece,

suelto la mochila y descanso

pero sé que aún no he llegado. Mañana

debo salir de nuevo en pos de buscar

lo que nadie ha visto.

 

Es ser como el primer hombre

que caminó esta tierra de polo a polo

a sólo talón rajado,

llegando y partiendo naa más.

 

Así es mi asunto avanzo a territorios lejos

pero a veces me pierdo, doy vuelta en cículo

y se me lloran los ojos de pena.

 

Mañana con la fresca

he de salir contento en procura

de lo mismo de siempre y ya sé ya sé,

no me lo digan,

llegará el día oscuro en que dejaré de buscar:

lo desconocido se habrá olvidado de mí.

 

 

LA CREATIVIDAD

 

Viene de antes que vos y sorpresivamente

a veces te habla.

Mientras tanto el artista hace

garabatos y cree

gobernar la manija creativa.

 

A veces se te asienta

el pájaro famoso de la inspiración

y otras un sapo intuitivo

salta en tu pecho y caza hermosa mariposa.

 

Creíste ser el creador de eso

cuando era el otro,

el que está escondido siglos y siglos atrás

y te habló porque estabas propicio a escucharlo.

 

Pero vos creíste ser el fabricante de crear

cuando más bien agradecé

porque te arrojaron desde lejos, si acaso,

un pedazo de verdá.

 

Porque antes de eso

cuántas veces creíste que sí,

que eras vos el creador y al intentar

hacer arte sólo hiciste

palos de ciego, merdosidá.

 

Luego si nadie es creador ¿qué pasa? Nada,

porque todo es garabatear mientras se espera

que desde lejos, de alivio,

se te asiente un pájaro hermoso

o el sapo intuitivo te entregue una mariposa.

 

 

L’ENVIDIA

 

De frente sonríe,

por la espalda te apuñala, llora

porque no tiene lo que vos. Adolorida

es alimania muy asidua a chuparte la salú, exhala

vaporoso veneno, actúa

cuando un cualquiera acierta en algo.

Por eso si se te da una buena escondela

de modo que no se vea,

poné cara larga decí que estás en pérdida.

 

O cuando el bicho tire la zancadilla

pegá un salto por encima,

pisale la cabeza o mejor todavía

hacele con la mano la seña tomá tomá.

 

O tal vez nada sirva porque si en vida

hiciste algo bonito,

llegada tu muerte la víbora

irá hasta el cementerio trepada en el cajón

para ¡ayayita!

propalar veneno sobre tu recuerdo.

Tomado de:

https://el-placard.blogspot.com/2015/10/poemas-de-jorge-leonidas-escudero.html?m=1

 

ÚLTIMA APUESTA

Apártense, déjenme pasar,

vengo de estar existiendo y ya lo sé

voy a las palideces. Merezco

descanso pero antes

quiero mirar atrás del horizonte para

no verme siempre aquí como árbol seco

donde no hay más que hablar.

No atajen, no digan que hay medicina buena.

dejen que me siente en el umbral

a ver pasar la última gente. Los pájaros

están escondiendo la cabeza bajo el ala.

Manden a alguien a comprar pan,

no digo de aquí sino de mañana

porque mi hambre última

es de lo que aún no he visto.

 

RESTOS

 

Este es, este es el sillón solitario

donde una vez te sentaste, pusiste

los talones encima de la mesa

para descansar, dijiste, y sí

tus hermosas piernas ante yo aquella vez

en que todavía no llegaba el momento.

 

Después,

aquí es ahora veo el sillón desierto

y la mesa es la misma, sin embargo

la soledad ha puesto sobre ella un manto

que me lo pongo a ver cómo me queda

y no puede ser de otra manera que como un

sudario.

 

O tal vez no sea para tanto,

pero es que no sé cómo referirme

a lo que hace con nosotros el tiempo.

Tomado de:

https://poetasperonistas.wordpress.com/2016/02/11/poemas-de-jorge-leonidas-escudero/

 

La familia: "Ella es así”

 

Mi hermana Margarita es en extremo

cuidadosa,

anda mirando el suelo no sea

que inadvertidamente pise una hormiga.

Ciertos monjes de no sé dónde

caminan así

pero mi hermana lo hace por naturaleza.

 

Cuida la vida más allá de ella y suele

hablar bajito si un grillo namorado

canta en el jardín.

Y cuando va al campo trae alguna piedrita

que gracias yo encantado es hermosa digo.

 

Ahora quel tiempo se nos viene ciático,

cabizbajo y olvidadizo,

ayer salimos a la puerta de calle cuando

mirá mirá –dijo mi hermana- qué alegría,

los paraísos están floreciendo.

Ella es así.

 

 

3-El relax: "Oh ese bar”

 

E estábamos en el bar La Gota de Grasa

famoso cubil de nocturnos. Óiganme,

no una noche ni dos jugábamos al truco,

no por chiste ¡epa!

 

Orejeábamos la noche sin apuro

y sucedía qu’el tiempo

sin avisarnos iba hacia hacete

de cuenta que estábamos en el paraíso.

 

Que hasta a la alba no cejábamos

de manejar cartas ahí

seguros de que nunca se nos secaría la lengua

por falta de reposiciones vínicas.

¿Dije bien?

 

Lindo tiempo ese el perdido,

pero conciso, lleno de hombría y amistad.

¿O qué otra cosa tiene mejor la vida

que darse el gusto uno sin ofender a nadie? Sí,

estuve revolcándome en La Gota de Grasa.

Y los moralistas vayan a otro bar a predicar

porque aquí los mirones son de palo.

 

 

4-En la cordillera: "Tiempos bravos”

 

Otra vez fue esa vez cuando veníamos de Chile.

Oscura estaba la Cordillera.

Tuvimos que atropellar

disparando a la muerte sonsa

que a veces traen los temporales.

 

Rumbo a Barreal

Bajamos de Las Pichireguas y a gatas

subios por La Fortuna. Los animales

con la nieve hasta las verijas.

 

Éramos el Güilo Varas, el Mañungo Rojo

y quien esto dice. Llegamos

a la orilla del río. Traía miedo el agua

y en medio de la ocuridá cruzarlo ¿era chiste?

 

Yo en una mula flaquita ¡caramba!

¿iba a quedarme atrás? ¡si se cagan!

apreté las espuelas a ver que el destino

decía de mí. Dijo

tirarme a l’ otra orilla y dejarme vivo

pa contarle a ustedes que esa vez

tragué tanta agua que ahora

al verla me da asco y tomo vino.

 

 

5-Contradicciones: "Misterio”

 

Tengo que regresar a donde nunca estuve.

¿Cómo? Como lo oíste,

porque si fuera yo de aquí

no sentiría las ganas de pegar la vuelta a

donde no sé.

Pregunto a loj amigo,

y diligentes hormigas y a árboles,

a todo bicho y nadie sabe nada de nada.

Y esto que digo es triste,

ser exiliado a un país allende

más allá de allá a donde siempre

estoy yendo y siempre

nada.

Hasta si muevo un dedo

sé que me estoy acercando y voy, voy

pero contradictoriamente

me espanta la idea de llegar.

 

 

6-Universo: "Apriete”

 

Atiéndanme a esto que les digo aunque

antes ya lo dije, pero

sean buenos porque necesito

compañía neste asunto.

 

Que otra vez fui a dormir a campo abierto

y al despertarme al rato veo

al cielo echado sobre mí.

La Cruz del Sur clavándome el pecho,

las Tres Marías ciñéndome la frente y

un lucero espantoso apretándome la garganta.

 

E me exigían hablara que qué relación

tenía con sus esplendores,

que si sentía la inmensidá en mí,

la presión del Universo, dijera algo.

 

Cerré ojos y estuve desvelado

pensando que les decir qué

si no sabía nada de nada. Pero musité:

Señoras estrellas yo soy un humilde

buscador de piedras que vine a la montaña

y soy inorante de vuestras grandiosidades.

 

 

7-La soledad: "Extrañamiento”

 

Apareció nun árbol de la plaza, supe

no era paloma casera sino

venida del campo. Oí su canto salvaje:

kuúu ku ku kuúu.

Lamentábase, decía que

este mundo de la ciudá es confuso es

puro ruido.

 

Lloraba eso y tomé la palaba, dije

te asusta la ciudá y viniste

a compartir conmigo tu extrañamiento

pero no necesito ayuda gracias no

quiro escuchar conferiencias tristes.

 

La paloma voló seguramente

para no insistir con su lamento.

O sea: nun banco de la plaza quedé ntrinstecido

e iba kuúu ku ku kuúu runrunear yo también

pero tuve miedo

no fuera que algún transeúnte pudiera pensar

¿qué le pasa a este güevón?

Por eso es quedé pensativo, mudo, claro:

Allá en los lejos campos de mi querer

la soledá no andaba adentro de uno,

sino afuera y sin hacer ruido.

 

 

8-La vida: "A otra cosa”

 

¿Pongámonos bien la vida

que nos pusimos del revés?

En vez de alimentar historias de plomo

digamos cosas fáciles.

 

En vez de hacer de perro del hortelano,

o llorar a la luna porque no nos quieren,

echemos pájaros en el jardín de las preciosidades.

 

Probemos saludar a desconocidos

a ver si aparece el amor,

pues qué delgado está el mundo,

qué pálido, y necesita apoyo.

 

Aventa una palabra uno y afecta al tiempo futuro;

por eso hay que hablar con cuidado

y sonreír más.

 

Pongámonos bien la vida a ver qué pasa,

pues así como estamos se han desequilibrado

los bancos de las plazas

y si no intervenimos

¿a dónde va a ir la gente a tomar aire?

 

 

9-Su búsqueda: "Del amor”

 

Mas quisiera un final algo florido

ya que el amor es poesía.

Para esto adhiero a una sabiduría antiquísima

Y suspiro:

Las abejas no saben por qué van a las flores

y las flores no saben por qué atraen a las abejas.

La palabra única (del libro "Tras la llave"):

¿Estoy quizá hablando de la nada

o del todo que es lo mismo?

¿Será eso el

silencio total ah? Me asustó:

¿buscar la palabra única será

instinto de muerte?

 

 

10-Despedida: "Cuchicheo de estrellas”

 

¿Adonde voy? No sé si llegue

pero voy.

anduve recogiendo piedritas

a ver si alguna me decía, por fin,

que hallé oro y me volví rico y…

¿Qué vas a hacer ahora?

 

Y basta ya de esperanzas muertas,

ahora me dedico a escarbar en el papel

a ver si encuentro la palabra esa

que huye y se esconde,

se me atraganta en la mano

y justo antes de decirla

termina en nada.

 

Me pasa como allá en la montaña

cuando dormía a cielo abierto

y las estrellas cuchicheaban entre ellas:

Pobrecito,

dejará de buscar cuando se muera.

Tomado de:

https://www.tiempodesanjuan.com/sanjuan/2016/2/14/poemas-destacados-escudero-122528.html

 


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